En las últimas semanas se terminaron de consolidar las definiciones sobre la aplicación obligatoria de la Norma Unificada Argentina de Contabilidad (RT 54 – NUA) para ejercicios iniciados a partir del 1° de enero de 2025. Consejos profesionales como el de Mendoza publicaron resúmenes claros de qué resoluciones siguen vigentes y cómo convive la NUA con normas anteriores (RT 16, RT 24, RT 26, entre otras). Esto marca un cierre de etapa: el esquema de normas dispersas empieza a ordenarse en un solo marco contable, lo que exige que los estudios y las empresas revisen sus criterios de medición y exposición de estados contables.
Además, la FACPCE viene actualizando mes a mes los índices y montos que se usan para calificar a las entidades como pequeñas o medianas dentro del alcance de la RT 54. En octubre se publicó el cuadro con los ingresos tope para que un ente pueda seguir siendo considerado “pequeño” o “mediano” a los efectos de la norma, ajustados por inflación local. Esto es clave porque de esa calificación dependen ciertas simplificaciones: por ejemplo, nivel de detalle de notas, exigencias de información comparativa y algunos tratamientos de medición.
Para el cierre de ejercicio 2025, la novedad práctica es que muchas empresas que crecieron nominalmente por inflación pueden “salirse” de la categoría de entidad pequeña aunque en términos reales no hayan cambiado tanto. Si no se revisa la calificación con los nuevos cuadros de septiembre/octubre, es fácil que los estados contables queden mal encuadrados respecto de lo que piden los consejos profesionales.
Desde el punto de vista del usuario de la información (socios, bancos, inversores), la NUA busca justamente lo contrario a la “creatividad” contable: que los estados de empresas comparables se lean con los mismos criterios de reconocimiento, medición y presentación. Distintos trabajos técnicos publicados este año remarcan que el objetivo central es uniformar criterios a nivel país y acercar la práctica local a los estándares internacionales, sin abandonar particularidades argentinas como el ajuste por inflación contable.
¿Qué conviene hacer ahora? Antes del próximo balance, vale la pena: (1) revisar la calificación de la empresa con los cuadros actualizados de RT 54; (2) chequear si el ente aplica NUA, NIIF o un régimen especial (cooperativas, por ejemplo); y (3) alinear los criterios de presentación y notas con las guías recientes de los consejos profesionales. Un pequeño trabajo de diagnóstico ahora evita correcciones de último minuto frente al consejo, bancos o auditorías externas en 2026.